Con este mensaje motivador, empezó Marah a contarnos sobre su pasión por lograr el éxito en su vida académica y profesional, a pesar de vivir el bombardeo, proyectiles y el desplazamiento debido a la guerra en Siria.

Desde su adolescencia, su familia se dio cuenta del potencial y habilidades para el estudio que poseía. Cuando surge la oportunidad para estudiar en un prestigioso instituto de estudiantes sobresalientes en otra ciudad (Homs), los padres le animan a hacerlo a pesar de tener que independizarse del núcleo familiar.

Años después decidió a estudiar Ingeniería de Software en el Instituto Superior de Ciencias Aplicadas y Tecnologías de Damasco. Aunque vivía circunstancias duras por causa de la guerra, pudo graduarse con matrícula de honor,  fruto del esfuerzo bien merecido.   

Posteriormente, tomó el mando de su vida profesional. Se enfrentó con varias imágenes estereotipadas sobre “la chica que trabaja en el campo de tecnología”. Sin embargo, pudo demostrar su profesionalidad y abrirse camino en un mundo donde apenas hay mujeres.

En 2018, decidió continuar sus estudios superiores fuera del país. Empieza a solicitar becas universitarias, que sistemáticamente les son rechazadas o denegadas. A pesar de la adversidad, finalmente consigue una beca para estudiar un máster de Dirección de sistemas de Información y Tecnología Empresaria en Budapest, Hungría. 

Aunque llegó tarde al semestre académico por tener dificultades para conseguir el visado y matricularse. Fue la primera en su clase, hecho que le provocó una alegría inmensa y confianza en sí misma. 

Su integración en Hungría fue exitosa a pesar de algunas situaciones incómodas. Actualmente, está trabajando en una de las primeras empresas en el campo de tecnología en Budapest.